El vino es ante todo un alimento y así lo entiendo. De la misma manera que los azucares o las harinas refinadas son de peor calidad alimenticia que sus pares integrales, los vinos refinados también lo son. Por eso defendemos la idea de vinos integrales, sin clarificar ni filtrar, libres de conservantes y toqueteos varios. Y como en todo alimento hay que empezar a exigir el detalle de los ingredientes en las etiquetas.
EL ANHÍDRIDO SULFUROSO Y LOS SULFITOS
En el intento por minimizar el contenido de sulfitos en mis vinos llegué a no ponerle...