En algunos casos, como con el Pinot Noir, se elaboran los blanc de noir, vinos blancos de uvas tintas. Acá recupero las formas ancestrales de hacer vinos blancos fermentándolos como si fueran tintos, es decir, con las pieles y las semillas. Desde la primer vendimia en 2005 hay un solo vino que hice siempre: el Moscato di Cardinale Capítulo 2 (probable primer naranjo de la Argentina) donde la Moscatel Rosada con pieles y semillas entrega durante la fermentación absolutamente todo lo que trae la uva. De ahí en más, casi siempre vinifiqué las uvas blancas con pieles. No estaba muy bien visto en aquella época pero por suerte las ideas van cambiando en este estrecho y conservador mundo del vino.